HISTORIA DE TITERES

Hace tiempo en un lugar lejano, la verosimilitud de un relato se vio medida por la cabellera cana de un viejo


que buscando en su memoria pudo ver que aparecía una muchacha rubia y fina
 
 
que era tal y como se la había descrito el sueño plateado de la lontananza
 
 
y el viejo se veía a sí mismo como un loco, y se sentía joven nuevamente


al ver que la muchacha jugaba con su pelo rubio y enlanado



pero la chica nunca andaba sin su perro, un enorme can que la protegía en cada momento




y al pobre viejo le toco conformarse con el amor de una rana


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