UN PAR DE CUENTOS
Hace una década aproximadamente en un periplo por la costa atlántica, tuve
la oportunidad de vivir una temporada en Barranquilla. Allí me llegó una
inspiración extraña que resguardé en un trozo de papel. Deseo compartirlo se titula Juntos.
Cae la tarde y en la distancia se ve el lago desde la Universidad. Un cielo multicolor es el refugio de mis sueños y el fondo de la magia más próxima a mi memoria. Detenido el tiempo en los relojes, la cotidianidad se olvida y quedan tan solo la brisa, el calor y nuestros cuerpos.
- Sí
Yo tomo tus manos suaves con las mías y olvido lo que fue antes de este momento; sonrío al ver que tu también lo haces ahora decidida.
- Vamos
Tu realizas ese movimiento de cabeza tan tuyo. Ahora las piernas me tiemblan. Es el momento esperado y solo soy un manojo de nervios. Caminamos un paso más y desde el sexto piso saltamos, esperando ser el mismo al desplegar nuestras alas, una vez hayamos estrellado nuestros cuerpos al terreno hostil del pavimento.
Junto a este texto hallé otro de similar extensión que compartiré en un ejercicio catártico de desnudez, para comprender que se siente estar a la luz, sin que nadie te vea, pues pienso que resulta distinto un blog, que la oralidad de la que tanto gozo y disfruto y la razón de que nacieran estos textos.
Nota:
Todas las fotos fueron tomadas por Lucas Palma en el zoologico del Parque Jaime Duque.
JUNTOS
Cae la tarde y en la distancia se ve el lago desde la Universidad. Un cielo multicolor es el refugio de mis sueños y el fondo de la magia más próxima a mi memoria. Detenido el tiempo en los relojes, la cotidianidad se olvida y quedan tan solo la brisa, el calor y nuestros cuerpos.
- Sí
Yo tomo tus manos suaves con las mías y olvido lo que fue antes de este momento; sonrío al ver que tu también lo haces ahora decidida.
- Vamos
Tu realizas ese movimiento de cabeza tan tuyo. Ahora las piernas me tiemblan. Es el momento esperado y solo soy un manojo de nervios. Caminamos un paso más y desde el sexto piso saltamos, esperando ser el mismo al desplegar nuestras alas, una vez hayamos estrellado nuestros cuerpos al terreno hostil del pavimento.
Junto a este texto hallé otro de similar extensión que compartiré en un ejercicio catártico de desnudez, para comprender que se siente estar a la luz, sin que nadie te vea, pues pienso que resulta distinto un blog, que la oralidad de la que tanto gozo y disfruto y la razón de que nacieran estos textos.
DEMOSTRACIÓN
Nunca fue suficiente intentar una demostración. Años pasados por lápiz y
papel con fórmulas no resueltas, le rebordeaban la cabeza mientras que Platón,
Anaximandro y Kant le daban su cuota que resultaba inútil y desganada.
Integrales, funciones, geometría, filosofía, historia, religión, nada. Ni el
esfuerzo, ni la basta literatura de todas las ciencias, ni echar mano de la
imaginaria seudociencia, ni inventar y crear mundos posibles. Nada. Definitivo
y certero, para demostrar que con su ausencia se perdía, solo encontró volarse
los sesos y derramarlos con sangre sobre la foto jocosa de la hembra que en su
infancia se atrevió a decirle: No
Nota:
Todas las fotos fueron tomadas por Lucas Palma en el zoologico del Parque Jaime Duque.
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Gina Gallina
La mamá de los huevos de sueños